Las principales manifestaciones clínicas del paciente son fiebre y fatiga, y los síntomas respiratorios son principalmente tos seca y se desarrolla disnea gradualmente. Los casos graves se presentan con síndrome de dificultad respiratoria aguda, shock séptico y metabolitos que son difíciles de corregir.
La mayoría de los pacientes tienen síntomas leves a leves y un buen pronóstico. Unos pocos pacientes están en estado crítico e incluso mueren.